lunes, 4 de abril de 2011

¿Están locos estos islandeses? – Incentivos, riesgos y rock’n’roll

El primer principio de la economía, en el célebre libro de Gregory Mankiw – cuyo blog recomiendo leer de vez en cuando – rezaba: “Las personas responden a los incentivos”.

Es una ley tan universal que no creo que ningún economista, sea de la tendencia o el siglo que sea, la ponga en duda. Y es este principio el que me viene a la cabeza en toda esta historia de la crisis financiera, y en especial, el artículo "Islandia enjaula a sus banqueros" que publicaba ayer el País.

En este artículo – que, no olvidemos, escribió un periodista – hay una parte romántica y una parte de chicha. (Presionad el link y leéroslo antes de continuar, por favor)

La parte romántica, desde el título hasta los adjetivos tan superlativos que se emplea, nos cuenta que en Islandia, los banqueros malos son juzgados por sus crímenes – incluso si tiene que ir la pasma a por ellos a Londres – y los ciudadanos son escuchados en todo el proceso, permitiéndoles decidir si ayudan – que va a ser que no – a sus bancos a salir del embrollo. Qué chachi. Quién no quiere irse a Islandia, de no ser por el clima o el tiburón putrefacto que dice el artículo que comen.

La parte de chicha es más interesante. En realidad, el artículo, leído con detenimiento nos explica que, en realidad, a los banqueros se los ha detenido, pero no se les juzgará – “¿es asumir demasiados riesgos un crimen?” dice con desfachatez el asesor del anterior Gobierno; en realidad, quisieron rescatar a sus bancos pero no tenían el dinero para hacerlo - “¡Llegamos a pedírselo a Rusia!”- y la verdad es que siguen en recesión con un 8% de paro – vaya, yo sé de algunos países que se darían con un canto en los dientes por un ocho por cierto...

¿Qué conclusión sacar de esto?

En primer lugar, id a ver Inside Job. Ha recaudado mucho y la van a poner en más salas. Propongo incluso organizarnos una tarde-noche, ir a verla todos y comentarla después. Tiene tanto que ver con este artículo que os destripo que el inicio de la peli es precisamente Islandia.

En segundo lugar, retomo el ¿es asumir demasiados riesgos un crimen? para deciros que, en mi opinión, lo es. Sí que es un crimen, jugar con ahorros de otras personas a loterías en las cuales no solo pierden tus inversores, sino todo el país si salen mal. Tengo la sensación de que las instituciones financieras no son conscientes del peso que tienen en la economía. Y desde luego, el sistema financiero que ha crecido a su libre albedrío al calor de “¿regulación? ¿pa’ qué? ¿pa’ líos?” y del no menos célebre “cuanto menos gobierno, mejor” (que, astonishingly, no ha caído con la crisis, que ha sido a priori un ZAS en toda la boca) ha creado incentivos perversos. Esos incentivos nos arruinaron Islandia y el mundo, y es por ello que deben ser regulados por economistas que sepan, no por los propios directivos, que es lo que está pasando, y en ese sentido los islandeses se merecen un aplauso aunque sea por intentarlo.

Lo que me deja un regustillo especial de esta historia es que, tras dejar caer a sus bancos, no se ha desatado el Apocalipsis.

Oh, sí, yo creía, como buena estudiante de economía, que el cielo caería sobre nuestras cabezas si dejábamos caer a nuestros bancos. Y mira tú por donde, la comparación con Irlanda, que sí que los rescató hasta puntos suicidas, Islandia gana por KO. Sus perspectivas de crecimiento son mejores que en Irlanda, y se están recuperando vía exportaciones, que es lo que decía el artículo del FMI que nos pasó Javier Andrés que era un estabilizador automático ante crisis de deuda y subsiguiente recorte de gasto.

Como dice el periodista, arriesgándose a enzarzarse en terreno económico-farragoso, la moneda se devalúa, crecen las exportaciones. Irlanda no puede hacerlo porque está en el euro – el que escribe me da que ha leído a Míster K. – y eso le causa desventaja. Aunque al final, ambos han tenido que pedir un rescate – Islandia al FMI, Irlanda a la UE. Y si se me permite, las malas perspectivas de Irlanda, que ha metido tijera hasta el infinito y más allá, son precisamente por eso, porque han recortado gasto público donde no deben y subido los impuestos de la gente en vez de las empresas. Yo sé que lo hacen porque piensan – como pensamos todos sus vecinos europeos – que su bonanza, más que al I+D o incluso la burbuja inmobiliaria, se debe a su casi inexistente impuesto de sociedades, que ha atraído empresas americanas a porrillo. Puede que tengan razón, pero tampoco van a huir todos si les suben un poquito las cosas. Entonces se tendrían que dedicar a crecer como lo hacemos todos, a base de productividad. Y eso es algo chungo.

Pero, volviendo a Islandia, ¿deberíamos seguir su ejemplo y dejar que caigan bancos? Pensemos en la CAM. ¿Deberíamos pagar todos por los pecados de unos pocos y meternos en más problemas? ¿Nos mirarán los mercados mal si lo hacemos, o bien, dado que así no cargamos ya más al pobre Estado?

Ciertamente, Islandia es un país relativamente pequeño – aunque eso no impidiera a los banqueros endeudarse por 12 veces el PIB interior – y quizá pensar en España es distinto, pero es muy tentador.

Pensemos en los incentivos de los bancos: si saben que el final se les va a rescatar, que si se meten en líos por “asumir demasiados riesgos” los responsables no solo no serán juzgados, sino que además podrán seguir cobrando primas astronómicas y codearse en Chelsea con Kylie Minogue, siempre existirá el incentivo a hacerlo. Una vez, y otra vez, y otra vez, hasta que el mundo reviente. Y yo creo que no es inevitable, o que al menos, podemos minimizar los daños. Otros peores males económicos hemos sabido evitar. Para crear una legislación eficaz con este problema tenemos que pensar en términos de incentivos: si existe posibilidad de que esos pendejos se arruinen, o al menos se les juzgue, ya no tendrán tanto ánimo de jugar a la ruleta rusa como antes. Si compartimentamos los bancos para que la banca de inversión más arriesgada esté separada de la comercial, y que cuando quiebre un banco no se produzca una reacción en cadena, sino que podamos “cerrar las esclusas”, todos respiraremos más tranquilos y crecerá la confianza en un mundo que la necesita.

Como decía un famoso homosexual también conocido como economista, “Cuando el desarrollo material de un país se convierte en el subproducto de las actividades de un casino, es probable que la cosa salga mal”.

7 comentarios:

  1. Me alegro de que ya vayan apareciendo posts sustanciosos, es como si la criatura fuese creciendo, así que felicidades por el artículo.

    De todas formas, hay algunas cosas que no han acabado de convencerme, ¡así que a debatir! Una un apunte jurídico-chorras. Dices:

    "En segundo lugar, retomo el ¿es asumir demasiados riesgos un crimen? para deciros que, en mi opinión, lo es."

    Desgraciadamente, para que algo sea un crimen se necesita además que esté en una ley, y esta (que yo sepa) no existe ni en Islandia ni España, ni existía el momento en que los banqueros tomaron sus decisiones, que es el segundo requisito. No sé en base a qué se los va a someter a juicio, pero no creo que llegue a ningún sitio.

    No voy a entrar en si es moral o no, pero sí me gustaría señalar que dejar a una ley penal decidir cuándo unos riesgos son "demasiados" es muy peligroso.

    Que el sistema de incentivos en la banca debe cambiar no me plantea ninguna duda. Pero la idea de dejarlo en manos de economistas "que sepan" tiene algo de inocencia platónica, porque el problema es el mismo que plantean sus filósofos-rey: ¿quiénes son esos economistas "que saben"? ¿Cómo los encontramos? La idea de riesgo no se explica sin incertidumbre, luego siempre va a haber variables fuera del control del diseñador. Un sistema diseñado deliberadamente por economistas, por muchos Nobel que tengan, va a estar tan sujeto a fallos como el actual, o como cualquiera diseñado por un ser humano.

    Me gustaría recordar que el FMI, una institución teóricamente neutral compuesta por profesionales, hace nada ha hecho autocrítica por su ceguera, sin que quepa acudir a los incentivos para explicar su fracaso (el documento está en http://www.ieo-imf.org/eval/complete/eval_01102011.html).

    Mi malvada opción sería dejar a estas instituciones, fustigadas por sus accionistas, la tarea de buscar sistemas de incentivos más satisfactorios para todos los implicados, pero soy consciente de que la idea del "too big to fail" hace difícil que esto suceda, precisamente porque el gran incentivo negativo, la bancarrota, está fuera de escena.

    Por último, la comparación de los bancos i(r)/(s)landeses, altamente internacionalizados y cuyo capital superaba a veces el propio PIB del país, con una humilde caja de ahorros local pasa por alto otra cuestión de incentivos, esta política, la que mueve al Estado a intervenir en última instancia. Irlanda con el Anglo o Islandia con el Icebank tenían que decidir principalmente si perdían la confianza de los mercados internacionales. La CAM tiene que decidir si pierde la confianza de sus pequeños ahorradores y empresarios, votantes todos ellos concentrados geográficamente en el lugar donde se debe tomar la decisión, a los que la idea de un corralito puede parecerles poco o nada satisfactoria comparada con la idea de usar un poco de dinero del contribuyente para aliviar sus penas.

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  2. Uy, qué ilu, mi primer comentario!

    Voy a responder por esto de la cortesía (y el honor propio), aunque ya hemos hablado de esto esta mañana.

    En primer lugar, ya sé que no existe norma alguna ni ley al respecto y que no se les va a juzgar. Otra cosa es que sí que creo, personalmente, que debería existir, pero no tanto de legislación propia como internacional (vaya tontería regular el sistema financiero país por país) sino como dijo Iñaki, en crear una especie de código deontológico-financiero, como ya tienen médicos y abogados. En ese sentido, convertir Basilea en un conjunto de normas no solo técnicas, sino en un reglamento internacional sancionable, estaría de más de bien.

    En el caso de los economistas (no te metas con los que te superan 5 a uno en los debates, nene) como ser los que regulen eso, quería decir es que los regulados no deberían ser reguladores por el riesgo moral estratosférico que conlleva. ¿Que no te mola que sean economistas? Hombre, podíamos poner a un médico a que haga las normas, pero mejor alguien que entienda cómo funciona el sistema financiero Y su papel en la economía. Leñe, no nos quites el trabajo.

    Sobre el FMI o IMF, ya escribiré más adelante, el pobre es el Zapatero de la economía mundial: todo es culpa suya, todo lo hace mal, es un ser malévolo enviado a destruir el universo. Pero aunque la ha pifiado y mucho en el pasado (cof cof Rusia Cof cof), ni la mitad de los cargos que se le imputan tienen peso o son sostenibles (cof cof Manu Chao cof cof).

    En cuanto a la CAM, desde luego es un caso muy distinto, pero yo no subestimaría el peso que tiene en los bolsillos de la gente AHORA. Aunque ciertamente todo es a question of trust. Para que luego os quejéis de que no escriba en inglés, or, as the English say, put that in your pipe and smoke it.

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  3. Me parecen muy interesantes tanto el artículo referenciado como los comentarios sobre este post pero, sin ánimo de ofender, pienso que hay un punto muy importante que no habeis tratado ninguno de los dos.

    Lo que a mi entender es importante extraer sobre lo ocurrido en Islandia es que no existe una salida ortodoxa a la crisis que lleve a todos y cada uno de los paises que la sigan a una recuperación sin dolor y sobre todo que dependiendo de las acciones que emprendamos desde el punto de vista económico crearemos un futuro social distinto dependiendo del camino elegido.

    Está claro que en Islandia ha habido un cambio de mentalidad que se ha revelado contra la corriente imperante y que pretende dar más peso a la llamada economía real que a la economía financiera. Mi pregunta es ?Es eso lo que queremos? Y si es así ?cómo lo conseguimos?

    Quizás en estos momentos abrir un debate sobre la idoniedad del sistema econoómico en el que nos movemos sea algo relevante.

    A vosotros os toca decidir si seguimos con ello o no en futuros posts.

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  4. Creo que no me he explicado bien, porque estamos hablando de dos cosas diferentes. Cuando hablo de un sistema de incentivos, estoy hablando de bonus ejecutivos, repartos de dividendos, etc. Parte esencial del funcionamiento y gestión de una empresa, que corresponde a la propia empresa decidir. Me refería a este sistema de incentivos "interno", que también influye a la hora de asumir riesgos, y sigo pensando que no es tarea de economistas ajenos a la entidad el fijarlo, sino de los accionistas y los órganos de gobierno.

    Por lo que entiendo, tú estás hablando de un sistema de incentivos y regulación institucional, que evidentemente sí corresponde a economistas (entre otros muchos, porque también tendrán que intervenir legisladores). Bien, resumiendo, me parece un paso en la buena dirección, pero la cuestión sigue siendo que nunca vamos a saber cuánto riesgo es demasiado riesgo.

    La referencia al FMI venía precisamente en este sentido. Es el supervisor del sistema financiero global, y cumple su función de manera (teóricamente) independiente. Pero ni supo calibrar el riesgo adecuadamente, ni tampoco está libre de conflictos de intereses. La prueba es el informe que he adjuntado antes (http://www.ieo-imf.org/eval/complete/eval_01102011.html), redactado por la Oficina Independiente de Evaluación, que pese a su nombre es un órgano derivado del FMI.

    No es mi opinión contra la tuya ni la de un demagogo que acusa de todos los males del mundo al FMI, dios me libre: es que es el propio FMI el que admite gravísimos errores entre 2004 y 2007. Errores de percepción del riesgo, e incluso sospechosos errores de comunicación del mismo en los casos en que efectivamente se detectó. Si el propio FMI admite la culpa, no veo por qué habría que quitársela. Dice, por ejemplo:

    "Even as late as April 2007, the IMF’s banner message was one of continued optimism within a prevailing benign global environment[...] At different times during the evaluation period, the GFSR identified many of the risks
    that subsequently materialized, but not in an effective manner. Warnings about these risks
    were seldom incorporated in the IMF’s banner messages."

    Poco más (bueno, sí, que agradecería que no me llamaran "nene", suena bastante despectivo. Tampoco pido que me llamen vuecencia o milord, pero ché...).

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  5. Así no hay quien se ponga la día, motivaos. Y por cierto, me acabo de enterar de que Keynes era gay, aunque no sé a santo de qué venía.
    Solamente quería comentar un par de cosillas:
    - Por lo que la CAM se refiere, por mucha basura que haya, y por mucha rabia que nos de, no creo que haya que dejarla caer. Creo que la caída del CAM significaría la ruina de muchos de sus clientes, mientras que el derrumbamiento de los bancos islandeses ha supuesto que dejen de ser tan asquerosamente ricos. ¿Podemos hablar realmente de crisis con un crecimiento del 3% y un paro del 8? Aquí esto no lo vemos ni hartos de vino.
    Además, eso de que pidieran el dinero a Rusia, lo comenta un politólogo, no sabemos si realmente lo pidieron y se negaron. No tenemos suficiente información.
    - Por otro lado, quería comentar la referencia que hace alguna vez el artículo entorno a la idea de mandar a los banqueros a la hoguera. No dudo de que ellos sean los máximos responsables, pues son ellos los que otorgan créditos, controlan sus activos y pasivos y lo que les haga falta... son ellos los que deben poner el punto y final. Y no lo han puesto... pero fijémonos en sus incentivos a poner fin a su negocio de los huevos de oro: con cada préstamo ganan dinero. Los políticos, contentos de que haya tanto consumo. Las personitas de a pie, celebrando el apogueo del imperio del consumismo más absoluto. Todos happy, así que a vender caca, hasta que reviente. ¿No os suena a algo? ¿A lo que ha pasado por aquí? ¿No había nadie que supiera de economía y no se llevara parte del pastel? Aparte de Pallardó, claro. Que aparte de criticar desde su púlpito, no sé qué más puede hacer un profe de uni. (¿Podría/debería hacer algo?)
    Por ello creo que se debería de establecer algún tipo de regulación, debe de existir alguna manera de poner límite al riesgo, algo que no llegue a la exageración de lo que se ha llegado: "Los ejecutivos se concedían créditos millonarios a sí mismos, a sus familiares, a sus amigos y a los políticos cercanos, a menudo, sin garantías". Tal y como dice Luis, algún tipo de . Y cito textualmente porque I completely agree with u.
    Y si esta vez no se publica, paso de reescribirlo de nuevo. He dicho.

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  6. ***
    Este blog está compinchado con una rubia que me sé y me odian:
    ...Tal y como dice Luis, algún tipo de 'sistema de incentivos "interno", que también influye a la hora de asumir riesgos, y sigo pensando que no es tarea de economistas ajenos a la entidad el fijarlo, sino de los accionistas y los órganos de gobierno' ...

    Creo que ahora sí. No pongáis corchetes en los comentarios, que desaparece el texto que insertéis.

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  7. Luis, lo de nene era por no llamarte "tío". Pero tranquilo, no lo volveré a hacer. Lo decía a broma, no te lo tomes a mal. Además, aquí en Valencia os llamáis nene entre vosotros... o tetes, que es peor.

    No he dicho que el FMI esté libre de toda culpa (más cuando lo admite él mismo) y desde luego los incentivos internos son una cuestión peliaguda, pero que en mi opinión debería estar regulada más por un código deontológico que por ellos mismos.

    Eso es tema de debate, pero los riesgos sí que son medibles y justificables. Si no, no existiría Basilea y sus ratios de capital. La gente que estudia finanzas sabe más de eso, y tienen el aparato matemático-técnico apropiado. Los riesgos se pueden medir aunque haya incertidumbre, de eso viven las aseguradoras.

    El hecho de que porque haya un componente aleatorio (o de incertidumbre) en las cosas que intentamos medir invalida toda medición, imposición de límites o acción a tomar es falso, ya que si fuera así la economía no debería de existir, pero tampoco la física (uy, la de cosas en las que no están de acuerdo los físicos: descubren la ley de la teoría de cuerdas y la tienen que encajar con las pre-existentes, etc) o la química (hay muchos compuestos que no se sabe bien qué hacen). E incluso, por qué no, la ley misma: ¿se puede considerar a una mujer maltratada que mata a su maltratador criminal? ¿Puede un terrorista condenado a 100 años de cárcel salir a los seis meses por buen comportamiento? por poner un ejemplo, ahí legislar y establecer límites es muy difícil, y desde luego, es algo que en España se hace mal.

    Pero no por ello dejan de ponerse.

    Nos podemos aplicar el cuento, digo yo.

    Por cierto, lo de Lord Keynes es que en bachiller, mi profesora de economía nos contó que en un examen en el que pedían definir el papel de Keynes en la economía, un alumno le contestó eso: "famoso homosexual también conocido como economista." Sí, era gay. Sí, estaba casado con una bailarina rusa. Los límites en estas cosas también son difíciles de poner...

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